Qué vas a ver
Hasta hace cien años, en las áridas colinas del Gargano solo había un pequeño convento que tenía el destino de albergar a un fraile capuchino que habría dejado una marca eterna. San Giovanni Rotondo hoy para los católicos es uno de los destinos religiosos más importantes del mundo, pero hasta 1920 era solo un pequeño pueblo de montaña. Francesco da Petralcina (Padre Pio) llegó aquí en 1916 y murió allí el 23 de septiembre de 1968, fecha en que se celebra la fiesta litúrgica. Durante 50 años predicó la fe a pesar de los estigmas que crearon muchos sufrimientos. El número de fieles y curiosos fue tan grande durante su vida, también por la fama de taumaturgo que le atribuyeron los devotos, que fue necesario construir una iglesia adyacente al convento más grande siempre dedicado a Santa Maria delle Grazie. En 1990, el Padre Pio fue proclamado Venerable, fue declarado Beato el 2 de mayo de 1999 y proclamado Santo el 16 de junio de 2002 en la Piazza San Pietro por Giovanni Paolo II como San Pio da Pietrelcina. El famoso arquitecto Renzo Piano recibió el encargo de construir la inmensa obra de la nueva iglesia, después de 10 años de trabajo, se inauguró el 1 de julio de 2004 frente a 40,000 fieles. El interior mide 6000 m² y es capaz de albergar a 7000 personas, lo que la convierte en una de las iglesias con mayor superficie en Italia. Su gran trabajo también fue haber creado «la Casa Sollievo della Sofferenza», un hospital con donaciones, hoy un centro de excelencia. Visitaremos las tres iglesias y el convento en nuestro recorrido y tendremos tiempo para orar. San Giovanni Rotondo es un lugar de fe, de gran oración y energía que te brindará un momento inolvidable.
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